El Ascendente
Lo que no sabemos que somos.
Tu Ascendente, tu destino de vida.
EL Ascendente es el signo que asciende en el horizonte al momento de tu nacimiento y es el destino de nuestra vida, el potencial de nuestra existencia, la energía que tenemos que integrar.
Cambia cada dos horas por eso es fundamental conocer hora y lugar de nacimiento para saber cual es nuestro Ascendente.
Nuestro signo solar es el que siempre conocemos y describe nuestra personalidad. El Ascendente, en cambio, es el signo que debemos aprender a integrar y será el GPS de nuestra vida.
Es lo que nos pasa por destino y por eso debemos incorporarlo.
Muchas veces por miedo o desconocimiento, lo rechazamos o lo padecemos, pero vamos hacia él. Nuestra vida va hacia ese signo.
Tenemos sentimientos ambivalentes y contradictorios hacia el Ascendente; lo amamos y lo resistimos y es común que nos enamoremos de personas con las características de ese signo.
El Ascendente es la personalidad que vamos descubriendo según cómo respondemos a las escenas del destino. Es la propuesta que el cielo tiene para nuestra vida, estemos de acuerdo o no. Puede que nunca logremos integrarlo y vivirlo como un castigo o padecimiento.
El destino siempre nos propone seguir integrando nuestro signo porque nos trae experiencias y personas que nos hacen de espejo en nuestro aprendizaje.
Aunque nunca dejemos de expresarnos desde nuestro signo solar, debemos ir integrando el Ascendente hasta encontrar una alquimia particular entre la Identidad Solar y el destino del Ascendente.
Algunas personas pueden repetir signo solar, ascendente y luna pero no significa que les resultará más fácil esta energía sino que les propone desarrollar cualidades más maduras y menos egoicas de ese signo en particular. Reconocernos en nuestro Signo del Ascendente nos puede llevar toda la vida o quizás nunca logremos comprenderlo.
A diferencia de nuestro signo solar y de nuestro signo lunar, las características del signo ascendente no nos resultan familiares y nos cuesta reconocerlas a nosotros mismos.
No son cualidades que sentimos o que necesitamos para protegernos como las del signo lunar. Ni tampoco son las que expresamos natural y espontáneamente como las del signo solar.
Entonces el Ascendente es una propuesta nueva y desconocida que debemos incorporar a través de las escenas que nos trae el destino.
Si el signo del Ascendente no se reconoce será proyectado y vivido a través de situaciones externas o de personas que espejan sus cualidades y sus dificultades.